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El Tiempo del Futurismo

3 diciembre - 28 febrero 2025

La Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea acoge del 3 de diciembre de 2024 al 28 de febrero de 2025 la muestra “El Tiempo del Futurismo”, un ambicioso proyecto comisariado por Gabriele Simongini con motivo del ochenta aniversario de la desaparición de Filippo Tommaso Marinetti. Un evento que explora el profundo vínculo entre arte, ciencia y tecnología a través de 350 obras, documentos e instalaciones inmersivas.

La Hora del futurismo, Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo - Roma

La celebración del ochenta aniversario de la desaparición de Filippo Tommaso Marinetti se convierte en la ocasión para explorar en profundidad la relación entre la vanguardia y la innovación científica, tan querida por el Futurismo desde sus orígenes. En esta muestra, comisariada por Gabriele Simongini y promovida por el Ministerio de Cultura, se presenta la sorprendente capacidad de los futuristas para anticipar la modernidad, abriendo un diálogo fértil entre la expresión artística y los descubrimientos tecnológicos.

La exposición, organizada en la Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea del 3 de diciembre de 2024 al 28 de febrero de 2025, se desarrolla en un extenso recorrido de unas 350 obras entre pinturas, esculturas, proyectos, dibujos y objetos decorativos, enriquecido con películas, libros, carteles e incluso un hidroavión y vehículos de época. El resultado es un evento multifacético que fascina a los estudiosos, involucra al gran público y dedica especial atención a los más jóvenes, mostrando cómo la revolución futurista contribuyó de manera decisiva a la evolución de la sensibilidad artística y cultural.

«El Tiempo del Futurismo»: Orígenes y perspectivas

La expresión “El Tiempo del Futurismo” no solo indica el título de la muestra, sino también la intención de enmarcar el movimiento vanguardista en un contexto histórico y social extremadamente dinámico, marcado por invenciones que transformaron radicalmente la percepción del espacio y el tiempo. Este movimiento, fundado oficialmente en 1909 con la publicación del Manifiesto de Marinetti, propuso desde el principio la velocidad como nueva marca estilística y la celebración de la modernidad como un valor artístico imprescindible.

La exposición subraya cómo el Futurismo nace de un conjunto de estímulos heterogéneos: la confianza en el progreso técnico, el amor por las máquinas, la pasión por la experimentación lingüística y visual. La revolución científica y tecnológica de principios del siglo XX había mostrado al mundo el potencial de la electricidad, las ondas de radio y la mecánica industrial, elementos que influirían profundamente en la poética futurista. La atención al “completo renacimiento de la sensibilidad humana”, tema central del Futurismo, parece hoy increíblemente actual: inteligencia artificial, robótica y digitalización representan una extensión contemporánea del sueño de innovación y velocidad ya percibido hace más de un siglo.

El escenario histórico

En los años previos a la Primera Guerra Mundial, Europa conoció un fermento cultural sin precedentes. Junto a muchas otras vanguardias, el Futurismo se destacó por la voluntad de abrazar de manera radical todos los ámbitos del saber y la práctica artística: pintura, escultura, arquitectura, literatura, música, incluso la cocina. Las obras expuestas en “El Tiempo del Futurismo” reflejan esta voluntad de cambio, mostrando cómo la ruptura con la tradición no se vivió como un acto destructivo, sino como una misión necesaria de renovación social.

Influencias filosóficas y culturales

Los futuristas alimentaron su búsqueda artística inspirándose en Nietzsche, en las teorías de la relatividad de Einstein y en la poética del irracionalismo, reelaborando estas corrientes en clave de futuro. La influencia de la ciencia fue determinante no solo como tema, sino también como método de experimentación formal: la descomposición del movimiento, el dinamismo de las formas y la representación fragmentada de la luz reflejan la voluntad de capturar un mundo en constante aceleración.

Filippo Tommaso Marinetti y la corriente futurista

La figura de Filippo Tommaso Marinetti es central para comprender la génesis y los desarrollos del Futurismo. Poeta, escritor y agitador cultural, supo transformar su visión en un verdadero movimiento de alcance internacional, en el que confluyeron artistas como Umberto Boccioni, Carlo Carrà, Giacomo Balla, Fortunato Depero, Gino Severini y muchos más. La exposición «El Tiempo del Futurismo» rinde homenaje a la energía creativa de Marinetti, subrayando su dimensión literaria además de pictórica y escultórica.

No en vano, la exposición presenta también un centenar de libros y manifiestos, documentos valiosos que revelan cómo la palabra escrita, los proclamas y los conceptos clave (como la «belleza de la velocidad», el rechazo del pasado, la revolución tipográfica) determinaron en gran medida la fisonomía de este movimiento. Como destacó Gabriele Simongini, la multidisciplinariedad del Futurismo no debe interpretarse como dispersión, sino como una coherente voluntad de integrar los diferentes lenguajes, haciéndolos converger en una única idea de progreso.

El legado de Marinetti

El carisma de Marinetti, a veces controvertido, emerge en muchas secciones de la muestra. Los visitantes pueden confrontarse con escritos inéditos, artículos de periódicos de la época y testimonios que ilustran la capacidad del poeta y teórico futurista para captar la atención pública y polarizar opiniones. La Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo dedica amplio espacio a la dimensión literaria, poniendo en diálogo textos, bocetos tipográficos y obras visuales. Esta elección curatorial ofrece una visión de 360 grados sobre el movimiento marinettiano, destacando sus raíces culturales y políticas, sin pasar por alto sus contradicciones.

Investigación artística, tecnología y máquina

Uno de los principales méritos de Marinetti y sus compañeros fue experimentar sin cesar, buscando formas siempre nuevas de expresión. El Futurismo fue más allá de los límites de la pintura, imaginando entornos inmersivos hechos de sonidos, luces y palabras en libertad. No es casual que la exposición dedique especial atención a la idea de «mecanización de lo humano», una concepción que llevó a los artistas futuristas a concebir la figura humana no como un sujeto pasivo, sino como parte de un engranaje en perpetuo movimiento. Contemplar hoy esas obras nos invita a reflexionar sobre la constante evolución tecnológica y las nuevas formas de hibridación entre el hombre y la máquina, un tema vigente en la era digital.

El recorrido expositivo: los temas de «El Tiempo del Futurismo»

La muestra de «El Tiempo del Futurismo» se desarrolla en diferentes salas temáticas, ofreciendo un viaje cronológico y temático dentro del universo futurista. Además de las pinturas y esculturas más célebres, los visitantes podrán admirar un hidroavión, automóviles, motocicletas y instrumentos científicos de época que atestiguan la fascinación por la velocidad y el progreso. En esta sección del artículo se examinan algunos aspectos destacados del recorrido.

Velocidad y dinamismo

El corazón palpitante del Futurismo, la velocidad, encuentra su máxima expresión en las obras maestras de los principales exponentes del movimiento. Gracias a préstamos de excelencia provenientes de prestigiosas instituciones como el MoMA, el Metropolitan Museum de Nueva York, el Philadelphia Museum of Art y la Estorick Collection de Londres, se pueden observar obras que encarnan el dinamismo contemporáneo. A través de líneas quebradas, superposiciones y colores vivos, los futuristas pintaban el movimiento y la simultaneidad como dimensiones fundamentales de la experiencia moderna.

La pasión por el movimiento y la máquina se traduce también en esculturas que aparecen como complejos mecanismos de engranajes y formas angulosas, suavizadas a veces por juegos de luz. La tensión hacia el futuro, la ruptura con la rigidez académica y la celebración de la frenesí metropolitana son solo algunos de los aspectos que hacen estas obras sorprendentemente actuales.

Los laboratorios de la revolución científica

Particularmente significativa es la sección dedicada a la revolución científica de la época. Exponer instrumentos científicos, algunos de ellos rarísimos, junto a bocetos y pinturas futuristas, significa revelar la estrecha conexión entre arte y ciencia, haciendo tangible la fascinación por la física, la química y las nuevas tecnologías aplicadas a la industria. Esta elección permite comprender cómo la vanguardia de Marinetti era un proyecto cultural y social, antes que puramente artístico.

Espacio, distancia y percepción

El Futurismo se convirtió en intérprete de una revolución perceptiva provocada por los descubrimientos científicos, como la aparición de la aviación, la difusión del automóvil y las primeras exploraciones espaciales, al menos en el imaginario. Así, la idea de distancia y de espacio adquiere en la muestra un papel destacado: lienzos y proyectos subrayan cómo el sentido de vastedad y velocidad transformaba el horizonte en un caleidoscopio de colores y formas cambiantes.

En el montaje, la presencia de un hidroavión auténtico junto a las obras pictóricas dedicadas al vuelo y al dinamismo aéreo refuerza su valor simbólico. Se trata de una exposición que permite sumergirse en una época en la que el vuelo era una frontera casi mítica, abriendo al hombre perspectivas y visiones inéditas. Así, las obras maestras futuristas, con sus cortes diagonales y líneas cinéticas, intentaban capturar la esencia de la velocidad aérea.

Eventos y colaboraciones con otras instituciones

«El Tiempo del Futurismo» también propone eventos de profundización y dos instalaciones específicas: una a cargo de Magister Art y otra de Lorenzo Marini. Estas instalaciones actualizan los temas de la exposición, involucrando al público en experiencias inmersivas que fusionan imágenes, sonidos y proyecciones. La multidisciplinariedad tan apreciada por los futuristas resuena en cada rincón de la Galería, reafirmando el valor inclusivo y educativo de la iniciativa.

Entre las colaboraciones más significativas, destaca la realizada con el MAXXI, en particular la apertura al público de Casa Balla, que extiende idealmente el recorrido futurista fuera de las salas de la muestra y crea un puente narrativo entre las obras expuestas y los ambientes originales donde el artista Giacomo Balla experimentaba sus conceptos de color y movimiento.

Las polémicas en torno a «El Tiempo del Futurismo»

A pesar de que la muestra «El Tiempo del Futurismo» ha suscitado un amplio interés por la calidad de las obras y su rica disposición educativa, las discusiones no se han limitado a los debates habituales sobre el papel histórico y cultural del Futurismo. Diversos artículos e investigaciones periodísticas han destacado controversias relacionadas con supuestos retrasos organizativos, irregularidades contractuales y hasta recortes drásticos de obras en el recorrido expositivo. Los tonos son a veces duros, y el caso ha sido objeto de atención incluso por parte de programas televisivos de investigación que pretenden arrojar luz sobre los problemas surgidos.

Acusaciones de fracaso y contratos inexistentes

Según algunas fuentes, contratos inexistentes o no formalizados habrían complicado la gestión del evento, generando descontento entre los trabajadores. Otros comentaristas hablan de un “fracaso”, refiriéndose tanto a los supuestos retrasos burocráticos como a las dificultades de coordinación entre los actores implicados en la preparación de la exposición. También habrían surgido casos de trabajo no reconocido, en los que algunos colaboradores se habrían quejado de una falta de protección profesional.

Reducción de las obras en exhibición

Un aspecto particularmente discutido se refiere a la presunta reducción en el número de obras originalmente previstas, estimada en algunas reconstrucciones en torno a 300 piezas “recortadas”. Según estas fuentes, esto habría generado represalias internas y tensiones con parte del comité científico, acusado de querer defender la calidad del proyecto inicial. Desde otras perspectivas, sin embargo, la hipótesis de seleccionar un menor número de obras habría sido motivada por razones logísticas y de montaje, consideradas necesarias para garantizar una mejor experiencia en el recorrido expositivo.

El papel de las instituciones y el eco mediático

La exposición también ha sido objeto de críticas políticas, en parte relacionadas con el papel del Ministerio de Cultura y las relaciones con el equipo curatorial. Algunos observadores han señalado supuestas posturas ideológicas, acusando de lecturas sesgadas o manipulaciones en la concepción de la exposición. Otros, en cambio, han destacado cómo el carácter vanguardista y valiente del Futurismo hace inevitables reflexiones sobre temas delicados –incluidos los políticos– sin que ello implique una voluntad de instrumentalizar el evento.

El eco mediático ha alcanzado programas de investigación televisiva, que se han detenido en el llamado “caso Boccia” y en posibles interferencias de representantes gubernamentales u otras figuras institucionales. Algunos artículos sugieren que el Ministro u otras figuras destacadas habrían estado al tanto de las dificultades organizativas desde hace tiempo, sin intervenir de manera oportuna. Esta circunstancia ha generado un debate adicional, sobre todo en cuanto a las responsabilidades de quienes debían garantizar el desarrollo normal de las actividades.

Reacciones y posturas enfrentadas

Como suele ocurrir frente a una iniciativa cultural tan ambiciosa, las posturas se han polarizado:

  • Denuncias de falta de transparencia: diversas voces han solicitado mayor claridad sobre las relaciones contractuales y los criterios de selección de las obras, con el objetivo de evitar que los “recortes” puedan parecer arbitrarios.
  • Apoyo a la exposición: otros actores –entre curadores, académicos y socios– han reafirmado la calidad del proyecto, expresando su aprecio por la voluntad de ofrecer un enfoque didáctico y multidisciplinario capaz de atraer a un amplio público.
  • Enfoque en el Futurismo: varios críticos de arte consideran que la fuerza disruptiva y la complejidad del movimiento futurista, con todas sus implicaciones, terminan siendo eclipsadas por el ruido mediático sobre cuestiones organizativas, privando al debate de la atención debida a los contenidos artísticos.

Una perspectiva imparcial

Incluso a la luz de las distintas investigaciones periodísticas, resulta difícil distinguir con certeza entre hechos comprobados e hipótesis no confirmadas. Hasta el momento, no ha emergido un panorama definitivo de responsabilidades compartidas ni una desmentida oficial capaz de despejar las sospechas. Sin embargo, muchos observadores esperan que la cobertura mediática impulse a los organizadores a aportar mayor claridad, para que el valor histórico y artístico de “El Tiempo del Futurismo” no quede ensombrecido por polémicas que, en última instancia, podrían comprometer el disfrute de un patrimonio cultural de incalculable importancia.

Reafirmando el carácter imparcial de estas consideraciones, el verdadero corazón del Futurismo sigue siendo su fuerza expresiva, su experimentación y su desafío a los cánones tradicionales. El debate sigue abierto sobre cómo conciliar la relevancia artística de esta vanguardia con las cuestiones organizativas y políticas, para que la exposición pueda cumplir plenamente su función didáctica y cultural, más allá de toda controversia.

El arte como vehículo de reflexión

Las polémicas surgidas en torno a esta exposición subrayan cómo el arte desempeña una función crucial no solo en la celebración de la belleza o la innovación, sino también en activar el debate, planteando cuestiones éticas e históricas. Ya sea para definir los límites entre vanguardia y propaganda, o para analizar el impacto de la máquina en la creatividad humana, “El Tiempo del Futurismo” ha abierto un espacio de discusión que algunos consideran incluso más interesante que las propias obras.

Desde el punto de vista histórico y crítico, es fundamental reconocer cómo los futuristas ya vislumbraban, a principios del siglo XX, las potencialidades y riesgos de una sociedad hiper-tecnológica. La exposición representa, por tanto, una oportunidad única para cuestionarse hacia dónde se dirige nuestra contemporaneidad. Lejos de querer dar una respuesta unívoca, “El Tiempo del Futurismo” sitúa al visitante en la posición de plantearse interrogantes sobre el eterno binomio arte y tecnología, sugiriendo un paralelismo entre los descubrimientos científicos de hace un siglo y los actuales.

Por qué visitar la exposición

La presencia de 350 obras, enriquecidas con instalaciones inmersivas, objetos históricos y documentos únicos, hace de “El Tiempo del Futurismo” una exposición de rara completitud, capaz de ofrecer una visión exhaustiva no solo de la genialidad de los artistas individuales, sino también del contexto en el que el movimiento se desarrolló. La inclusión de préstamos de museos internacionales y la publicación de un catálogo a cargo de Treccani, con ensayos de importantes académicos, atestiguan el alto nivel científico del evento.

En una época como la nuestra, marcada por transformaciones tecnológicas y sociales en constante aceleración, el Futurismo sigue ejerciendo un atractivo innegable. Visitar la exposición significa sumergirse en un universo de formas, luces y teorías que, aunque nacidas en un contexto histórico preciso, resultan extraordinariamente proféticas, revelando un diálogo directo entre pasado y futuro. La Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo, con el patrocinio del Ministerio de Cultura, ofrece la oportunidad de redescubrir la complejidad y el entusiasmo de una vanguardia que hizo de la transformación su manifiesto.

Horarios:
De martes a domingo de 9:00 a 19:00: Última entrada 45 minutos antes del cierre.

Entradas:
General: € 15,00; reducido: € 2,00 – ciudadanos de la UE de entre 18 y 25 años.

Gratis:

– visitantes menores de 18 años – profesores y estudiantes inscritos en las facultades de arquitectura, conservación de bienes culturales, ciencias de la educación y en los cursos de letras o materias literarias con orientación arqueológica o histórica-artística de las facultades de letras y filosofía, o en facultades y cursos equivalentes establecidos en los Estados miembros de la Unión Europea.

– personas con discapacidad y un acompañante que acredite pertenecer a servicios de asistencia socio-sanitaria – periodistas con carné vigente – guías turísticas – socios ICOM – empleados del MiC.

– cada primer domingo del mes y en ocasiones de entrada gratuita, el acceso se garantizará previa reserva de entrada en línea. Se requiere respetar el horario de entrada.

– 25 de abril, 2 de junio y 4 de noviembre.

 

 

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